Impulsos
PV Alex
Eran las 2am y yo no podía dormir, y no sé porque lo único que tenía en la mente era la sonrisa de Sol… jamás había pensado tanto en una chica, jamás me había gustado una, así que no estaba seguro de que era lo que me sucedía, solo sabía que era muy fuerte, ¿Cómo alguien con solo sonreír te ilumina el día? ¿Cómo logra que te olvides del mundo? Esas eran preguntas que aún no tenían respuesta, pero las encontraría… fui a la cocina por un vaso de agua… me quede ahí un rato y cuando dieron las 3am me fui a mi habitación a intentar dormir, esta vez sí lo conseguí… me desperté muy tarde, no me dio tiempo de desayunar, así que cuando llegue al insti fui directo a la cafetería, aún faltaban 20 minutos para que iniciaran las clases… me senté en la mesa de siempre con un jugo de naranja y un sándwich… Antonio venia entrando y se acercó rápidamente cuando me vio
—Buen día amigo—seguro quería algo
—¿Qué quieres?
—ayer te vi con una chica y quería saber si tienes algo con ella
—si te refieres a Sol, no, no tengo nada con ella, la acabo de conocer
—que bien porque yo no la conozco pero me gusta—la rabia invadió mi cuerpo ¿Cómo me dice eso? Digo no es que me importe pero Antonio tiene mala fama y Sol es un poco inocente—así que en cuanto llegue tú me la presentas, charlo con ella la invito a salir y
—y nada—no lo deje terminar—Mira Antonio la chica tiene 16, está en primer año, no la vas a convertir en otra de tus victimas
—eres un aburrido
—ella me agrada y no quiero que te acerques ¿entiendes?
—lo intentare, pero no prometo nada—sabía que no se quedaría así
Las clases iniciaron… mi primera clase era economía, así que nos dieron un charla sobre lo importante de la inversiones, no preste mucha atención, era una clase muy aburrida, y como mi papá es inversionista no necesito mucho estar concentrado, he aprendido viendo su trabajo… así la mañana fue muy aburrida, bueno para mí todo era aburrido… la verdad es que estaba desesperado por ver a Sol, quería ver su sonrisa y hermosos ojos azules que me tenían cautivado… así que al llegar la hora del almuerzo, me apresure pero no estaba en la cafetería, decidí sentarme solo, sabía que en cualquier momento llegaría, pero no fue así, ya habían pasado 15 minutos y aun no estaba, la busque con la mirada, hasta que la encontré en una de las mesas del fondo, muy lejos de donde yo estaba… sentí el impulso de ir a y hablar con ella, así que no lo ignore… me pare de la mesa y la vi de nuevo leyendo el que parece era el mismo libro del día anterior, era “El sueño de una noche de verano” uno de mis favoritos
—Hola—dije logrando que ella me volteara a ver y con esa sonrisa en su rostro
—Hola—dijo muy animada
—Creí que hoy no me hablarías—de pronto vi como bajo la mirada, ¿estaba nerviosa? Pero si era ella la que me provocaba nervios a mí
—si bueno, yo—no sabía que decir—pensé que no te gustaba estar conmigo
— ¿Por qué pensaste eso?—aún estaba mirando la mesa
—Porque soy una niña— ¿a qué se refería?—y pues yo no soy alguien con quien un chico quiera pasar tiempo
—Yo si quero pasar tiempo contigo— ¿pero porque rayos con ella todo era diferente? ¿Por qué le decía esas cosas?
—Pues siendo así—dijo muy feliz—siéntate, hablemos de lo que quieras ¿Cuándo me llevaras a mi casa de nuevo? Ayer fue muy divertido, la lluvia es Genial… Por Dios perdón, es que cuando estoy nerviosa hablo muy rápido
Hablamos todo el almuerzo, las personas me veían raro, quizá era porque nunca me habían visto sonreír… prometí llevarla a su casa hoy pero insistió en que primero pasáramos por un helado al parque, eso me agradaba bastante… antes de terminar la hora del almuerzo le llame a mi chofer y le dije que hoy tampoco lo necesitaba… la tarde se nos fue muy rápido… cuando me di cuenta ya era la hora de la salida, Sol estaba en la salida esperándome… y cuando me vio sonrió… me apresure y nos fuimos… de nuevo hablamos mucho, bueno ella hablaba, yo me sentía bien con el simple hecho de escucharla… tuve que comprarle muchos helados, porque esta niña le encantaban… de nuevo caminamos hasta llegar a su casa, era un poco más temprano así que me invito a pasar y yo no me negué… una vez dentro se cambió de ropa, se puso una camiseta blanca y una falda negra que dejaba ver sus bien formadas piernas, Dios, si antes me parecía hermosa, ahora la considero una diosa del olimpo… no había duda, era la chica más bella que había visto jamás… me mostro su colección de libros y pude darme cuenta de que al igual que yo era fanática de William Shakespeare… al cabo de media hora llego su padre, era un señor un poco mayor que el mío quizá de unos 40 años, de ojos azules igual que los de su hija, converse un rato con él y a pesar de que puso mala cara cuando le dije que tenía 18 años, se pudo dar cuenta que era todo un “caballero” y pues le deje muy claro que solo era amigo de su hija… se hacía tarde, así que baje listo para irme y Sol me acompaño… salimos hasta la calle, y de nuevo se puso de puntitas para darme un beso en la mejía, pero al igual que yo se sorprendí de mi reacción… pues tome su cara entre mis manos y la acerque mucho a la mía, no estaba seguro de que hacer, pero si sabía lo que quería
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